La líder demócrata aseguró que se creará comisión externa e independiente, al estilo del lo ocurrido en ataque a las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, para «proteger nuestra seguridad».
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, anunció la creación de una comisión independiente que examinará los «hechos y las causas» del asalto al Capitolio el 6 de enero, en el que murieron cinco personas, entre ellas un policía. En una carta dirigida a los demócratas y distribuida a la prensa, Pelosi explicó que la comisión será similar a la que creó el Congreso después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. El objetivo de este nuevo ente será examinar la respuesta de la policía del Capitolio, que se vio sobrepasada por la multitud en el asalto, así como la reacción, «preparación y la respuesta» de otras fuerzas de seguridad a nivel federal, estatal y local a una «interferencia en la transferencia pacífica del poder».
La comisión estará liderada por el teniente general Russel Honoré, quien ya estaba trabajando con un comité del Congreso para averiguar lo ocurrido el 6 de enero y famoso en Estados Unidos por haber puesto orden en la respuesta del entonces gobierno de George W. Bush al huracán Katrina en 2005. Con base a lo que Honoré ya ha averiguado, Pelosi avisó de que se necesitarán mayores fondos para que la nueva comisión pueda hacer su trabajo. La creación de esta comisión llega después de que el sábado el ex presidente Donald Trump superara su segundo juicio político al ser absuelto por el Senado, constituido como jurado, del cargo de «incitar una insurrección» en el asalto al Capitolio. En concreto, 57 senadores, incluidos 7 republicanos, votaron a favor de la condena y 43 en contra, unas cifras insuficientes para los demócratas que necesitaban una mayoría de 67 votos para sancionar al ex mandatario, algo que desde el principio parecía altamente improbable. Era el segundo juicio político de Trump, quien ya fue sometido a un proceso similar el año pasado por sus presiones a Ucrania. Un mes después del ataque, el Capitolio sigue rodeado de una alta valla negra y el acceso está restringido a periodistas, legisladores y sus equipos, de forma que el público no puede acceder, lo que ha ocasionado numerosas quejas entre los vecinos de la zona. Además, el Capitolio permanece custodiado por unos 5 mil reservistas de la Guardia Nacional que no tienen previsto dejar la capital de Estados Unidos hasta mediados de marzo.