Denuncia a cuñado de gobernador de Quintana Roo por despojo de rancho

– Originario de Chemax, Yucatán, el señor Antonio Manrique Mac llegó hace 40 años a la Riviera Maya cuando sólo era selva. Se estableció en Akumal, Quintana Roo, donde se dedicó a la extracción de chicle y a sembrar milpa.

Veinte años después, el señor Antonio Manrique se hizo de un rancho que con el tiempo fue vendiendo algunas hectáreas y rentando otras para poder mantenerse en su vejez.

Y así ocurrió, hasta que hace un par de años, a través de una operación fraudulenta, se lo despojó José María Rejón de la Guerra, hermano de Gabriela Rejón, esposa del actual gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.

“Yo no quería vender, el cuñado del gobernador me engañó, me dijo que la esposa del gobernador lo quiere porque lo vio bonito, le gustó”, evocó el anciano.

Un notario público por la fuerza

El despojo empezó cuando Cecilia Parra, operadora del cuñado del gobernador, se acercó al señor Antonio Manrique para ofrecer rentar el rancho, a fin de que tuviera mayores ganancias, y así ocurrió durante un tiempo, hasta que la mujer comenzó a presionar para vender la propiedad.

Ante la negativa decidió engañar al señor de 73 años, con estudios inconclusos de primaria y cuya lengua materna es el maya, a quien llevó por la fuerza ante un notario público en Mérida, Yucatán.

“Un día llegó Cecilia con policías, en cada esquina de la casa había patrullas y le hizo creer a mi papá que iban por él para que se lo llevaran a la fuerza. Ya en la Notaría, en vez de que firmara un contrato de arrendamiento, como le dijeron, fue uno de compra-venta”, relató María Manrique, hija del señor.

En la reunión, el personal del cuñado del gobernador le mostró un portafolios con más de 5 millones de pesosal señor Antonio Manrique asegurándole que se los entregarían, pero no en ese momento por su seguridad.

“Nos dijeron que si nos llevábamos el dinero nos iban a retener en la salida a Mérida y que cómo íbamos a acreditar que ese dinero era limpio, que era más probable que nos acusaran de lavado de dinero y que toda la familia se iba a ir a la cárcel”, contó María Manrique.

Ahora el plan era darle dar apariencia de legalidad a esta operación, y, en otro “paseo”, Cecilia Parra, operadora del cuñado del gobernador de Quintana Roo, llevó al señor a abrir una cuenta en un banco; ella quedó con acceso a ésta por el desconocimiento de Antonio Manrique de tales operaciones.

A esta cuenta, el cuñado del gobernador de Quintana Roo depositó y transfirió unos 7 millones 500 mil pesos para simular que cumplía con la compra del rancho.

Pero un día después, esos recursos fueron retirados, una parte, en un cheque de caja y otra mediante una transferencia de la cuenta del señor Antonio Manrique a favor del el cuñado del gobernador de Quintana Roo.

Despojo llegó a Palacio Nacional 

Cuando la familia de Antonio Manrique se dio cuenta del fraude decidieron recurrir a abogados para intentar recuperar el rancho; en respuesta, el cuñado del gobernador lo demandó por denuncias falsas y falso testimonio.

“Me denunciaron a mí, ¿por qué me van a denunciar? Ellos me deben pagar y no me han pagado, mira qué hicieron, hasta alambrearon todo el rancho”, exclamó Antonio.

Debido al cúmulo de irregularidades jurídicas y de derechos humanos que han habido en este caso, la abogada del anciano maya decidió recurrir al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en conferencia de prensa la remitió con la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lo que de poco ha servido porque las irregularidades continúan.

“En una audiencia, por ejemplo, la magistrada se da cuenta que el señor comparece pero no entiende realmente el español, por lo que esa audiencia se tuvo que diferir y se tuvo que señalar una nueva fecha con un traductor, intérprete del maya para que el señor pudiera estar, pero al final eso no lo tomó en cuenta la magistrada y resolvió a favor del cuñado del gobernador”, explicó Fabiola Cortés.

Durante el proceso legal, el cuñado del gobernador de Quintana Roo ha defendido la legalidad de la venta.

“Me da coraje porque me quitaron el rancho, una cosa bonita”, lamentó Antonio Manrique Mac.

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