La Línea 3 del Metro es probablemente la primera y única en el mundo que tiene estaciones donde no se pueden comprar boletos o tarjetas para entrar.
De entrada, en las ocho estaciones que conforman a dicha línea no hay máquinas expendedoras de boletos individuales para uno o más viajes, sólo las hay para la tarjeta MIA, pero en varias estaciones estas no sirven.
A tres días de entrar en funcionamiento, la referida línea increíblemente no ofrece la capacidad de subirse a comprar boleto o tarjeta en al menos tres de sus estaciones.
Además, según datos de Metrorrey es sólo utilizada por 2 mil 500 personas que son el 0.89 por ciento de las 280 mil para las que está proyectada a mover al día.
«No puedo pasar a la Línea 3 porque no tengo la tarjeta MIA y no traigo dinero para completarla, no sabía que no se puede utilizar el boleto que compré en otra estación», indicó un usuario.
En las líneas 1 y 2 sí operan los denominados «boletos magnéticos» para compras unitarias, pero en la Línea 3 los validadores no están acondicionados para recibirlas porque sólo funcionan con la MIA.
«Deben tener esa opción, supongo que todavía está incompleto el servicio, está incompleta la línea integral de la Línea 3, sus alimentadoras, sus servicios y hasta algunos señalamientos», afirmó Todd.
El director de Metrorrey, Juan Carlos Holguín, reconoció que les «ganó la premura» y que ahora tienen que operar con el sistema de boletaje MIA que tiene 10 años de antigüedad.
Descartó agregar la opción del boleto magnético para un solo viaje que opera en las Líneas 1 y 2, ya que dijo, lo ideal es que el pasajero se acostumbre a usar el sistema MIA que da «bonos» en viajes entre más recargas se hagan.
«Todo el sistema de peaje estamos checando qué máquinas están en funcionamiento, ahorita estamos haciendo un chequeo de todo el sistema de peaje, tuvimos tres licitaciones fallidas del sistema de peaje que no pudimos llevar a cabo.
«Ya con la premura y los tiempos encima, tuvimos que hacer nuestro mismo sistema de peaje exclusivamente de Metro y con ese nos vamos a quedar», señaló Juan Carlos Holguín.
Además del tema de los boletos, la Línea 3 nació sin rutas alimentadoras que extiendan su alcance.
El director de Metrorrey, Juan Carlos Holguín, indicó que será «hasta los próximos días» cuando se lance la licitación para tres rutas alimentadoras.
Se tiene contemplado que estás tendrán 10 unidades y llegarán al Centro de Apodaca, la colonia Pueblo Nuevo y a la zona industrial de ese municipio.
Sin embargo, no hay fecha para que entren en funcionamiento por lo que ayer, para salir al paso, el Instituto de Movilidad del estado a cambio «prestó» camiones para arrancar una ruta piloto y provisional mientras quedan licitadas las tres rutas definitivas.
«Serán camiones propiedad del Estado, similares a las rutas exprés, cada una de ellas con sistema de gas natural y cámaras de seguridad.
«Estas rutas sólo aceptarán el pago a través del sistema de tarjeta feria, con una tarifa de 11.19 y 7.39 pesos, tendrán una frecuencia de paso que oscilará entre los 8 y los 10 minutos», indicó el instituto en un comunicado.
Según las autoridades estatales, con la Línea 3, que al final costó 9 mil 439 millones de pesos de los 5 mil 700 millones proyectados inicialmente, también arrancarían las rutas alimentadoras que acercaran a los pasajeros a sus casas y las cuales garantizarán en flujo de ingresos económicos al sistema.
Al respecto el urbanista Gabriel Todd señaló que sin las rutas alimentadoras, la línea tiene poco sentido por lo cual se deben agilizar su implementación
«Lo más importante son las rutas alimentadoras, que lo abastecen en el caso de otras líneas, es decir, al no tener estas líneas, baja mucho la afluencia de los intercambios», afirmó Todd.
Pasajeros de la Línea 3 del Metro afirman que si está sola es porque desconocen que ya está funcionando.
Algunos usuarios entrevistados en las interconexiones indicaron que no sabían que ya estaba el nuevo ramal en servicio.
Y se quejaron de que no tiene suficientes señalamientos, lo cual provoca confusión.
«Vine a una entrevista a Cemex y tomé el Metro porque pensé que me llevaría a Guadalupe, pero me perdí, voy hacia Talleres y ni sé cómo regresarme», dijo otro usuario que subió en la estación La Moderna.
Una de las «grandes deficiencias» es que el pasajero no puede comprar boleto para un viaje, sino que tiene que adquirir la denominada Tarjeta MIA que cuesta $20 pesos más la recarga por cada viaje.
Lo peor de todo es que no en todas las estaciones funciona la máquina expendedora de dicha tarjeta por lo que si un usuario quiere usar el Metro tiene que caminar a la siguiente estación o ir a las Líneas 1 y 2 para adquirirla.