Al menos 71 niños murieron en Ucrania desde el inicio de la ofensiva rusa el 24 de febrero, según anunció el jueves Liudmyla Denisova, encargada de derechos humanos en el Parlamento ucraniano.
«Desde el inicio de la invasión rusa, y hasta el 10 de marzo a las 11 horas incluido, 71 niños han muerto, y más de 100 han sido heridos», indicó en un comunicado en Telegram.
Los niños ucranianos se han convertido en las principales víctimas de la invasión de Rusia, con un millón de menores que ya han escapado del país, dejando a sus madres en una situación de vulnerabilidad en la que tienen que aprender a lidiar con el trauma en medio de la tragedia
«Intentaba mantenerme tranquila por mi hijo para no transmitirle el miedo. Y cuando había sonidos de los bombardeos, le decía que era mal tiempo y que eran truenos», afirmó a la agencia EFE Svetlana, de 38 años, desde una sala especial de la estación de tren que acoge a las madres con sus hijos de hasta 5 años.
La ciudad de Leópolis se ha convertido en el principal punto de recepción de los ucranianos que huyen del conflicto, sobre todo del este del país, hacia Polonia u otros países fronterizos, como Rumanía o Hungría.
Entre los más de dos millones de refugiados ucranianos que ya hay desde el inicio del conflicto el pasado 24 de febrero, considerado el exilio que avanza más rápido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, al menos un millón de ellos son niños, según los últimos datos de Save The Children.
Las denuncias de ataques contra la población civil por parte de las fuerzas rusas se multiplican a medida que la invasión avanza. El más reciente episodio fue el bombardeo de un hospital pediátrico en Mariupol, un puerto al sudeste de Ucrania.
Si bien el canciller ruso, Sergei Lavrov, había declarado que que todos los pacientes y las enfermeras fueron sacados del lugar previo al ataque, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, negó que esto haya pasado.
«La TV rusa ha mencionado el ataque a Mariupol. Mintieron sobre el hecho de que no había mujeres ni niños en el hospital, y dijeron que había nacionalistas. Están mintiendo sabiendo que mienten, como hacen siempre», dijo Zelensky al diario The Kyiv Independent.
Testimonios del horror
A medida que los más de dos millones de refugiados de Ucrania comienzan a dispersarse por Europa, sus testimonios sobre las atrocidades rusas también se expanden, y podrían convertirse en valiosas pruebas para construir un caso de posibles crímenes de guerra.
Cada vez más, las personas que aparecen en los pasos fronterizos son sobrevivientes que han huido de algunas de las ciudades más afectadas por las fuerzas rusas.
«Fue muy espeluznante», dijo Ihor Diekov, una de las muchas personas que cruzaron el río Irpin a las afueras de Kiev sobre los resbaladizos tablones de madera de un puente improvisado, después de que los ucranianos volaran el tramo de hormigón para frenar el avance ruso.
«Los rusos prometieron proporcionar un corredor (humanitario) que no cumplieron. Estaban disparando a los civiles», dijo. «Eso es absolutamente cierto. Fui testigo de ello. La gente tenía miedo», completó.
Tales testimonios llegarán cada vez más al mundo en los próximos días, a medida que más personas fluyan por los frágiles corredores humanitarios.
La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas afirma que ha registrado la muerte de 516 civiles en Ucrania en las dos semanas transcurridas desde la invasión rusa,incluidos 37 niños.
La mayoría han sido causadas por «el uso de armas explosivas con una amplia zona de impacto». El organismo cree que el número real de víctimas es «considerablemente mayor» y señaló que sus cifras no incluyen algunas zonas de «intenso conflicto», como Mariupol.
Algunos de los últimos refugiados han visto esas muertes de primera mano. Sus testimonios serán una parte fundamental de los esfuerzos para responsabilizar a Rusia por atacar a civiles y estructuras civiles como hospitales y casas.
El fiscal de la Corte Penal Internacional inició la semana pasada una investigación que podría apuntar a altos funcionarios considerados responsables de crímenes de guerra, después de que docenas de Estados miembros de la Corte le pidieran que actuara. La recolección de evidencia ha comenzado.